El presidente George W. Bush afirmó que el sistema inmigratorio de Estados Unidos no funciona y prometió impulsar un programa de empleo temporario.
En enero pasado, Bush propuso permitir que parte de entre los 8 y 10 millones de inmigrantes ilegales que residen en Estados Unidos puedan obtener visas de trabajo por seis años.
Pero el Congreso no aprobó el proyecto. Algunos miembros del oficialista partido republicano se oponen a dar concesiones a los inmigrantes ilegales y además se inclinan por imponer restricciones a la inmigración legal.
Bush dijo que su plan apunta a descomprimir la frontera con México y a terminar con el negocio de los "coyotes", que trafican seres humanos en condiciones peligrosas.