María Dolores Castillo, latina que vive en España, lleva 30 años siendo víctima de abusos de su marido. Sólo la amenaza de que quemaría vivos a sus hijos la llevó a separarse de él y presentar cargos en su contra.
Isabel García pasó los últimos 22 años al lado de un hombre que la maltrataba psicológicamente a diario. Una noche lo abandonó aterrada con sus hijos. Sólo cuando leyó la demanda del fiscal, se dio cuenta de que era víctima de la violencia.
María e Isabel son de clase media y sus esposos tienen instrucción universitaria. Ninguna de las dos ha tenido suerte con la justicia. Según la jueza que atendió el caso de María, ésta tardó demasiado en denunciar el maltrato, por lo que es poco creíble su historia.