No acostumbro a mezclar temas, sin embargo hoy lo voy a hacer, siempre hay una primera vez. La razón, hechos recientes a los que he tenido conocimiento y considero, como madre y comunicadora social, que es un llamado que se nos hace para servir de medio para hablarle al oído a los padres de familia, incluyendo mamá y papá.
Inicio con la tecnología, cuyo uso y aplicación llega más a los menores de la casa, quienes de una manera sorprendente aprenden mucho más rápido que los adultos, a quienes nos cuesta entrar de la mano de las herramientas tecnológicas que el mundo de hoy nos ofrece.
El que los menores de la casa cuenten con el tiempo para descubrir e investigar cómo se manejan los equipos electrónicos, es un arma de doble filo. Los padres de familia actualmente, envueltos en sus quehaceres laborales y compromisos sociales tienden a dedicarle poco tiempo a los hijos, a quienes como una forma de retribuirles, procuran darle acceso a la televisión por cable, sin saber que, además de ofrecerle una variedad de canales de entretenimiento, también le dan el acceso a que aprieten el OK y pidan directamente películas o programas que hay que pagar por ver y que se reflejan en el recibo de la facturación mensual.
No existe un control para que esta situación sea limitada a los menores de la casa, se les da la libertad y sólo con buscar en el canal 1 se encuentran una variedad de opciones, que tienen cada una su costo diferente. ¿Usted lo sabía? Ni siquiera se exige que sea una persona adulta la responsable de solicitar este servicio de pagar por ver.
Padres de familia sorprendidos por los altos costos que se reflejan en la facturación mensual de su servicio de cable, y al final se percatan que se trata de solicitudes hechas por sus hijos menores. Me pregunto: ¿Este detalle se le comunica a los adultos cuando firman el contrato de servicio de cable?
Y en este dedicarle poco tiempo a los hijos, voy a comentarles la obra de teatro " Juego Libre: rompiendo barrera" , del argentino Hugo Blotta, dirigida por Jaime Newball presentada recientemente en el Teatro La Cuadra, la cual contó con participación de estudiantes de Quality Leadership University (Louisville).
Asistí como invitada de mi hijo Roly, quien debutó como actor. La obra presentó temas relacionados con la juventud en la era de la globalización, donde actúan sin un criterio claro, y es casi imposible ponerse al margen, por la presión de grupo que influye negativamente cuando los hijos carecen de una verdadera formación en valores proporcionada en casa por los padres de familia, carencia que los impulsa a encajar en un mundo cada vez más sistemático que al final destruye su futuro.
Señores, los que tengan hijos menores y adolescentes, hagan un alto en sus quehaceres y dedíquenle tiempo de calidad, para que en un futuro no se lamenten de lo que pudieron hacer y no hicieron!