"La muerte es un proceso que hay que reflexionarlo, para concienciarnos de que la vida es valiosa, y que en un instante la podemos perder".
Estas fueron la palabras finales del Pastor Wilfredo Pagán durante las honras fúnebres de la joven Zuleika Iturralde Domínguez, la tarde de ayer, sábado, en el Templo Hossana de La Cresta.
Ante decenas de familiares, amigos y hermanos en la fe, el Pastor Pagán, de la Avanzada Juvenil de Hossana, grupo al que pertenecía la joven de 24 años asesinada, hizo una efusiva alocución sobre la vida de Zuleika quien fue asesinada camino a su vivienda, el pasado sábado 5 de diciembre en el sector de Jorge Illueca del corregimiento de Tocumen.
La tristeza y lágrimas se apoderaron de los asistentes, entre ellos, los padres de la muchacha, al recordar la participación de la misma en los actos que se realizaban en el templo.
"Zuleika amaba la oración y la palabra de Dios", y nadie puede dudar esto, exaltó el pastor, mientras seis retroproyectores mostraban los momentos de alegría de Iturralde juntos a sus hermanos de la congregación.
Docenas de coronas florales rodeaban el ataúd de Zuleika, mientras se escuchaban las tonadas de un piano.
El cuerpo de Zuleika lucía un vestido blanco y en su cabeza, fue colocada una corona.
La esperanza de los familiares de la víctima de que se hiciera justicia se fue al piso, al conocer que la persona vinculada el hecho de sangre, fue liberada a pesar de ser reconocida por la madre de la afectada.
Tras finalizada la ceremonia religiosa, el cortejo fúnebre se trasladó con dirección hacia el cementerio de Potrero Grande del distrito de La Chorrera, la última morada de la joven.