La cantidad de casos que se han presentado en este último mes de mordeduras de serpientes en campesinos y sobre todo menores de edad, mantiene preocupados a estas humildes personas que carecen de recursos económicos para viajar de áreas poco accesibles a los hospitales, piden ayuda para combatir esos accidentes.
Un caso lo narra el señor Felicito Rodríguez, su hija Maribel de 9 años, y su familia salieron temprano para la capilla de la comunidad de Boca de Tucué en el norte de Penonomé, donde residen y una víbora la mordió en la pierna, afortunadamente la madre logró ver de que víbora se trataba y la asesinó, luego la colocaron en un frasco y el médico, le aplicó a la pequeña el suero antiofídico.