Noviembre fue el segundo mes con más víctimas entre las tropas de Estados Unidos en Irak desde la invasión de marzo del 2003, mientras que el Pentágono se está preparando para un aumento de la violencia antes de las cruciales elecciones del 30 de enero.
Al menos 109 militares estadounidenses murieron en Irak este mes, cerca de la mitad de ellos en la ofensiva que comenzó el 8 de noviembre en la ciudad de Faluya para terminar con los insurgentes, según las cifras del Pentágono.
Durante la guerra, que ya lleva 20 meses, sólo en abril último se produjo un número mayor de víctimas fatales estadounidenses, con 135.
Pero aunque el ejército estadounidense informó que 1.600 insurgentes murieron en Faluya y que se había asegurado la ciudad, los rebeldes continuaron su campaña de violencia en otras ciudades.