Las fuertes lluvias que caen desde el viernes en el estado brasileño de Santa Catarina han dejado hasta ahora casi medio centenar de muertos, más de 20, 000 damnificados y cuantiosos daños en viviendas y obras de infraestructura, según el último balance hecho ayer por la Defensa Civil.
Al menos 46 personas han muerto por las lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra, mientras que 18 carreteras están bloqueadas por las mismas causas y se interrumpió el funcionamiento de un tramo del gasoducto que transporta gas boliviano hasta el sur de Brasil.
Los temporales, que han afectado a cerca de 1,5 millones de personas, ya que millares quedaron sin energía eléctrica, han golpeado especialmente el norte de Santa Catarina y la región del Valle de Itajaí, y los meteorólogos pronostican que las lluvias proseguirán durante por lo menos tres días más.
"Casi todas las muertes fueron causadas por deslizamientos de tierras que han dejado enterradas a las personas en sus propias casas", afirmó el gobernador de Santa Catarina, Luiz Henrique da Silveira.
El gobernador consideró además como "grave" la ruptura del gasoducto de Petrobras que lleva gas de Bolivia hasta el sur de Brasil.
La ruptura de la tubería provocó un incendio y obligó a la petrolera brasileña Petrobras a cerrar los registros e interrumpir el abastecimiento de gas en el sur de Santa Catarina y en todo el estado de Río Grande do Sul.
El corte, por tiempo indeterminado, afecta principalmente a varias industrias de Río Grande do Sul que usan el gas natural boliviano, así como a los puestos de abastecimiento para vehículos que utilizan este combustible.
El gobernador declaró el sábado en situación de emergencia todo el estado, medida que, dijo, "nos permite contratar inmediatamente máquinas y obreros para atender las emergencias más urgentes, como desbloquear calles y carreteras, y arreglar tuberías".
El alcalde de Blumenau, Joao Paulo Kleinubing, decretó el domingo estado de calamidad pública luego que las aguas del río Itajaí-Au avanzaran cerca de 11, 5 metros desde su margen e inundaran gran parte del centro de la ciudad.
Según la Defensa Civil, en al menos veinte trechos de carreteras federales se han registrado deslizamientos e inundaciones y hay 18 vías bloqueadas.
Los deslizamientos en las carreteras dejaron totalmente aisladas por tierra las ciudades de Río dos Cedros, Pomerode, Itapoá y Benedito Novo.