Las devastadoras inundaciones en Chiriquí y Bocas del Toro han afectado a 30 mil personas, según estimó el vicepresidente Rubén Arosemena, tras un recorrido donde comprobó que hay muchas poblaciones incomunicadas.
Las inundaciones han cobrado la vida de siete ciudadanos en Chiriquí (ya identificados) y una en Bocas del Toro. Las víctimas fueron identificadas como Guillermo Joel Ríos, de 19 años; Lenín Aguirre, de 20; Paulo Atencio, de 10 y Arsenio Palma, de 60 años, residentes en Cerro Punta y Boquete. Unas 7,503 personas están en albergues; de estas, 3,910 en Chiriquí y 3,593 en Bocas del Toro.
Arosemena junto al ministro de Obras Públicas, Benjamín Colamarco, lograron llegar en helicóptero a Bocas del Toro y a las áreas de Kankintú.
Sobrevolaron la comarca Ngöbe en el Atlántico y Changuinola, donde encontraron que existen comunidades enteras inundadas, por lo que la cantidad de afectados puede ir en aumento y aún no tienen la magnitud de los daños presentados.
Bocas del Toro quedó incomunicada por vía terrestre debido a las decenas de deslaves que han interrumpido varios puntos de la carretera hacia Chiriquí.
Las autoridades intentan crear un puente aéreo y marítimo para poder transportar ayuda a Bocas del Toro, pero aún va a demorar debido a las inclemencias del tiempo.
Funcionarios del Ministerio de Obras Públicas previeron que la carretera entre Chiriquí y Bocas del Toro estará habilitada en una semana, pero sólo para vehículos con ayuda para la zona.
Se han detectado 60 puntos con derrumbes y otros donde el agua socavó la carretera y el paño de la vía se hundió en su totalidad.