Luego de constantes denuncias de los moradores de la ciudad de Santiago por el avanzado deterioro y la falta de pintura en las torres, parte frontal e interior de la Catedral de Santiago, el empresario Porfirio Ellis hizo la donación de la pintura valorada en más de B/. 5,000.00. Al iniciar los trabajos, el MITRADEL los suspendió por tres días por no cumplir las normas de seguridad.