No resulta fácil dejar de fumar, ya que el tabaco crea una fuerte adicción.
Sin embargo, los daños que provoca a la salud (cáncer de los pulmones, de la boca, de la laringe, del esófago, de la vesícula, riñones, páncreas, bronquitis crónica y el enfisema) obligan a los fumadores a reconsiderar la opción de dejarlo.
Incluso se expone a los seres queridos que respiran el humo del tabaco. Estudios indican que los fumadores pasivos corren un mayor riesgo de contraer cáncer de pulmón que aquellos que no lo están.
REMEDIOS APLICABLES
- Beber muchos jugos de frutas (manzanas y uvas) sin endulzar; comer verduras (zanahorias, cebolla, apio, guisantes).
- Tomar baños relajantes en la noche.
- Un remedio natural consiste en masticar raíz de jengibre (aunque sea un poco amargo, es muy efectivo).
- Reducir el consumo de carnes, alcohol, café, azúcar y pan blanco
- Según las abuelas, chupar clavo de olor también es bastante efectivo para cortar la adicción al tabaco o cigarrillo.