La quemadura es un tipo de lesión en la piel causada por diferentes factores, como, por ejemplo, el calor (contacto con llamas, líquidos o superficies calientes, etc.), el frío, químicos y la electricidad.
Según su intensidad, las quemaduras se pueden clasificar en tres formas: primero, segundo y tercer grado.
La quemaduras de primer grado afectan sólo a la capa externa o epidermis de la piel sin llegar a formar ampollas. Las de segundo grado afectan a las dos primeras capas y forman ampollas, las cuales no se deben romper. Las quemaduras de tercer grado son un asunto grave que requiere de atención médica.
Existen remedios naturales y tradicionales para las pequeñas quemaduras, como los siguientes:
- Dejar correr primeramente agua fría con suavidad sobre el área quemada y luego usar compresas frías o colocar la zona en un tazón de agua fría.
- Para las quemaduras pequeñas, resulta muy efectivo una cataplasma de aloe vera (incluso ayuda a su cicatrización). Para ello, se debe extraer la pulpa de la hoja de aloe, aplicar la pulpa directamente sobre la herida o, si se prefiere, mediante una gasa.
- Otro remedio excelente para las quemaduras pequeñas es la cataplasma de papa. Se debe cortar la papa en láminas y se deja enfriar en el congelador. Luego se aplicará sobre la quemadura y se recomienda afianzarlas con una gasa.
- Un remedio casero tradicionalmente empleado es la miel, la cual se aplica sobre el área afectada.
- Es muy útil el aceite de oliva y la sal marina para las quemaduras. Para ello, se debe meter la mano o la zona afectada en agua para frenar la destrucción de la piel provocada por la quemazón.