Las bebidas alcohólicas fermentadas fabricadas por los campesinos siguen causando serios problemas, por los aumentos de casos de violencia doméstica y homicidios debido al consumo de chirrisco, bujo, guarapo, chicha fuerte, güisqui, pujilla, yegua mora, naranjito, entre otras que enloquecen a los consumidores.
Hay comunidades en la provincia de Veraguas en donde la mayoría de las personas, incluyendo a menores de edad, se embriagan todos los días, o sea, que están sumergidos en este vicio que al parecer muy pocas son las autoridades locales que intervienen para erradicarlo.
La Policía Nacional, El Ministerio de Desarrollo Social, con el apoyo de algunos corregidores y las denuncias de los ciudadanos, en la mayoría mujeres cansadas de la violencia en el hogar, han iniciado un plan para que otras autoridades e instituciones gubernamentales tomen conciencia de la crisis que se genera por el alto consumo y fabricación de estas bebidas en la provincia de Veraguas.
Omaira Toruño, directora regional del MIDES en Veraguas, dio a conocer recientemente que hay una profunda preocupación por los elevados casos de violencia doméstica en este sector del país.
Las investigaciones del MIDES y de La Policía Nacional arrojan que las principales causas de estos problemas afloran en el elevado consumo de estas bebidas fermentadas que al ser ingeridas por las personas provocan perturbaciones lo que da como resultados que se cometan hechos de sangre como crímenes, suicidios, violaciones sexuales en contra de miembros de su propia familia y otros delitos.
Los hechos ya ocurridos ponen en evidencia que las autoridades de manera conjunta tienen que enfrentar este problema con alternativas que alejen a la juventud del vicio del alcoholismo, como lo son programas deportivos y el énfasis en la educación, ya que solo esto los podrá convertir en profesional y en hombres y mujeres de bien.
El combate al chirrisco y otras bebidas debe hacerse en forma integral y sancionar fuertemente a quienes lo fabrican, dijo Omaira Toruño.