Los obispos de Nicaragua condenaron la violencia y pidieron agotar todos los recursos constitucionales, jurídicos y democráticos que permitan encontrar una solución a la crisis que afronta este país "conforme a la verdad y la justicia".
Desde antes y después de las elecciones municipales, celebradas en 146 de los 153 municipios del país el 9 de noviembre pasado, esta nación ha vivido hechos de violencia que se agravaron en Managua, donde los sandinistas asediaron a la oposición para impedir una "marcha pacífica".
El aspirante liberal a la alcaldía de Managua, diputado Eduardo Montealegre, tuvo que escapar de ser linchado por enardecidos sandinistas que sitiaron el lugar desde el que pretendía liderar una marcha.
La capital nicaragüense recuperó ayer la calma momentáneamente, aunque bajo la amenaza del FSLN de defender en la calle su victoria en las recientes elecciones municipales que la oposición liberal rechaza como fraudulenta.