La diseñadora de bisutería Itzel de Luque afirma que su primera experiencia en la creación de estas piezas fue hace tres años cuando tomaba un curso de vitrales, asegurando que todo es un don de Dios.
Aunque supo desde un principio que tenía facilidad para hacer este tipo de accesorios, no fue hasta después de su primer embarazo, y luego de atravesar por largos meses de depresión, que empezó a elaborar piezas de bisutería.
"Hice unos 10 collares, pero no los vendía. En ese momento estábamos pasando momentos difíciles económicamente, por lo que me armé de valor y acudí a mostrarle mi trabajo a los vecinos, donde tuve mucha acogida".
Hoy Itzel es capaz de elaborar 10 collares en 3 horas con diferentes estilos y piedras que van desde onix, cuarzo, amatista y semillas.
Son estilos formales y semi formales que buscan las jóvenes en colores llamativos, brillantes y de material liviano.