Las terapias hormonales son tratamientos que se basan en el uso de medicamentos para bloquear la producción de estrógeno en mujeres posmenopáusicas que sufren de cáncer de mama, debido a que se ha comprobado que esta hormona puede acelerar la producción de las células cancerígenas. Las terapias hormonales están disponibles en forma de píldora o en inyecciones que deben ser aplicadas una vez al mes.
Si se descubre que el tipo de cáncer de mama es sensible al estrógeno, la terapia puede prevenir que el estrógeno contribuya con el crecimiento y división de las células cancerosas. Normalmente el tratamiento es bien tolerado y no contiene los efectos secundarios asociados con la quimioterapia. El Dr. Aldo Castagnari, oncólogo, explica que "los tumores que expresan receptores hormonales positivos y receptores de progesterona responden mejor a la hormonoterapia, tanto o después de la cirugía, como en la enfermedad avanzada".
El tratamiento con terapias hormonales puede ser utilizado en la etapa inicial de la enfermedad para prevenir la recurrencia de la enfermedad, o en la etapa avanzada del cáncer, para proporcionar una mejor calidad de vida a las pacientes.
LOS BENEFICIOS
La población más beneficiada en el uso de terapias hormonales son las mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama ya que este grupo de pacientes, en su mayoría, tienen receptores hormonales positivos, los cuales aumentan el riesgo de la reproducción de las células cancerígenas.
En el escenario temprano del tratamiento del cáncer de mama, las terapias endocrinas son usadas como "tratamientos coadyuvantes" (es decir, son dadas luego que los pacientes han pasado por la cirugía para remover el tumor), para prevenir la recurrencia de la enfermedad al eliminar células cancerígenas diminutas que puedan regresar luego del tratamiento inicial (cirugía, usualmente seguida de radioterapia y/o quimioterapia).
En las mujeres posmenopáusicas, el estrógeno no es producido por los ovarios, sino en otras partes del cuerpo, en cantidades pequeñas, por un proceso conocido como aromatización. Las terapias endocrinas trabajan al interrumpir el proceso de aromatización para prevenir la producción de estrógenos en mujeres mayores, o al interferir en el camino de los estrógenos cuando estos interactúan con el tumor. Esto tiene el efecto de privar al tumor de su principal nutriente y además prevenir su crecimiento.