Son muy pocos, pero da tristeza que lo hagan por ignorancia. Algunas personas, que dicen llamarse religiosas, adornan sus casas con lo que esté de moda. Como viene el Halloween el 31 de octubre, muchos han acudido a comprar pendejadas de calabazas, esqueletos, vampiros y cuanta cosas sea para adornar la vivienda, a sabiendas que el mes de noviembre la Patria cumple su primer año del nuevo centenario.
Los panameños debemos despertar y levantar el espíritu que nos une cuando cantamos el himno nacional en los momentos cuando nuestra selección de fútbol se enfrenta a otras. No hay duda que nuestro país se merece mayor respeto.
Si usted es de esos panameños que es como "Bob Esponja" -de esos que lo absorbe todo- permítame decirle que el Halloween es y seguirá siendo una fiesta pagana donde se adora a Satanás.
No permita bajo ninguna circunstancia que su familia participe de estos jueguitos que de pequeños no tienen nada. El diablo es astuto para engañarnos y presentarse como un angelito. Le hace creer que es inofensivo, pero en el fondo su piel de oveja es en realidad una piel peluda como la de un lobo feroz, un animal que busca devorar a todo lo que se le pare en frente.
Este mes que termina debe servirnos para preparar nuestros balcones y lucir los colores patrios para el mes que viene.
En noviembre el sol brilla con mayor fuerza. Es un tiempo hermoso en que todos los panameños debemos lucirnos para cantar otro cumpleaños a la Patria, esa Patria que el poeta se inspiró para derramar bellos poemas de amor.
Que esta semana sea de bendición para Panamá. El panameño debe unirse para limpiar su pedacito de ciudad y dejar el ambiente preparado para la gran fiesta. Si eres buen ciudadano, pero sobre todo buen cristiano, no celebres Halloween.