El gobierno calificó de inaceptables y ofensivas críticas del presidente boliviano Carlos Mesa al mandatario chileno Ricardo Lagos, pero al mismo tiempo llamó a su vecino a reanudar el diálogo bilateral.
En una entrevista con el diario chileno El Mercurio, Mesa dijo que Lagos es temperamental y tiene reacciones hormonales.
La declaración dice también que el gobierno chileno entiende la situación interna que vive Bolivia, a la que se refiere profusamente el presidente Mesa en su entrevista, y se siente solidario con el destino de su pueblo.
Mesa lidera desde comienzos de año una ofensiva destinada a presionar a Chile para que le ceda a Bolivia un acceso soberano al mar. La Paz insiste en hacer multilateral el tema del enclaustramiento geográfico boliviano, mientras Santiago responde que es bilateral.
Chile rechaza las presiones y afirma que el Tratado de Paz y Amistad de 1904, que siguió a la guerra entre 1879-1883 en que Bolivia perdió el mar, fijó los límites definitivos entre ambos países. Agrega que los tratados internacionales no son modificables.
Perú luchó en esa guerra aliado con Bolivia y también perdió territorios.