Bien dicen quienes han alcanzado la tercera edad, que es lindo haber vivido todas las etapas de la vida. Los cambios físicos de cada persona llegan con la edad, y quizás haya remedios para retardarlos, pero a la larga siempre llegan. El hecho de haber alcanzado la vejez no es sinónimo de tragedia, porque se cumple con un proceso natural de la vida.
Los cambios naturales del cuerpo, los factores ambientales y el uso de ciertos remedios son aspectos que no se pueden pasar por alto si se quiere cuidar la salud, ya que con el paso de los años, la piel tiende a adelgazarse, por lo que se vuelve más frágil.
Debido al adelgazamiento de la piel y a que los vasos sanguíneos presentan cierta dilatación, estos se traslucen, presentándose las pequeñas venitas rojas tan comunes en el adulto mayor.
¿Y LA RESEQUEDAD?
La piel tiende a resecarse y, por tanto se descama y produce picazón, sobre todo en brazos y piernas, y más en la estación lluviosa. Por eso es importante evitar elementos que acentúen la sequedad, como el uso excesivo de jabones. Aunque tenemos incorporado el jabón, éste no es imprescindible, sobretodo en las personas mayores, que tienen la piel seca. Bañarse sólo con agua debería ser suficiente.
Si esto no resulta cómodo, se deben utilizar idealmente sustitutos del jabón o jabones suaves, como los de afrecho o avena. Estos productos se consiguen en todas las farmacias. El baño debe ser corto y no muy caliente. Después de él, lubricar la piel con crema es un deber.
En cuanto al cabello, se recomienda un lavado dos veces por semana con un champú suave. No lavarlo por tiempo prolongado ayuda a la acumulación de células muertas, las cuales producen picazón.
IMPORTANTE
- Lubricación frecuente y constante.
- Corte de uñas de pies por una persona idónea.
- Examen periódico de la piel para detectar lesiones patológicas y tratarlas adecuadamente.
- Referir al dermatólogo los pacientes con lesiones recientes que merezcan algún diagnóstico.
El número de pacientes mayores de 65 años aumentará en el futuro, por lo que es importante conocer los problemas dermatológicos para enfrentar las dificultades cutáneas.
Los humectantes ayudan a que la piel se mantenga suave y elástica. Previenen que ella se raje. Un humectante simple es lo mejor. Un humectante bueno y económico puede ser la vaselina.
Es importante que los adultos mayores revisen su cuerpo periódicamente para ver si aparecen alergias, nódulos o manchas que pueden ser signos de tumores benignos o malignos.
Tome lo anterior en cuenta.