Aturdida por la trágica noticia, Cirila Sánchez tuvo la difícil tarea de viajar a Colón, para preparar el traslado del cuerpo de su hija y sobrina a la ciudad capital.
Sánchez es madre de Ana Atencio, de 15 años, y tía de Geraldine Toribio, de 13, quienes junto a una vecina de nombre Marlene, murieron el domingo después que un conductor ebrio las atropelló en María Chiquita.
Entre tantas noticias trágicas hubo algo de alivio para estas humildes familias: Una funeraria garantizó el traslado de los ataúdes hasta Panamá, y el alcalde del distrito capital, Juan Carlos Navarro, tras enterarse de la difícil situación de estas personas, se comprometió al pago de las honras fúnebres.