Aquel día, la desgracia frente al Templo Hossana cortó de golpe con las celebraciones que desarrollaba el gobierno nacional por los resultados del referéndum sobre la ampliación del Canal, y le añadió una nueva crisis a la administración de Martín Torrijos, que ya estaba lidiando con la muerte personas intoxicadas con medicamentos envenenados de la Caja de Seguro Social.
El calendario ha corrido 365 días, y las acciones que han sido tomadas por las autoridades desde entonces han dejado un mal sabor.
Los resultados hasta ahora han sido el aumento del costo de las boletas de tránsito, el incremento del costo de la licencia de conducir a 200 balboas, la pintura amarilla obligatoria para los taxis, y una nueva ley regente del transporte público que permite la entrada de nuevos actores y empresas al sistema, pero con una presencia obligatoria de la actual cúpula transportista, cuyas conexiones con la clase política dejan dudas sobre una solución del problema del transporte a corto plazo.