Un estudio reveló que las mujeres posmenopáusicas que prolongaron la lactancia de sus hijos tendrían alto riesgo de desarrollar la enfermedad ósea, que aparece cuando los huesos pierden tejido y densidad.
Para reducir ese riesgo, la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia recomiendan la lactancia exclusiva durante los seis primeros meses de vida del bebé y, luego, fórmulas y alimentos seguros para complementarla hasta reemplazarla. Aunque la asociación entre la osteoporosis y la lactancia fue significativa en el estudio, la doctora Patricia Clark, del Hospital de Niños de México, dijo que muchos otros estudios no habían hallado esa relación, lo que dificulta sacar conclusiones.
Clark explicó que, durante el embarazo y la lactancia, disminuyen los niveles de calcio.