La inolvidable cantante Haydée Mercedes Sosa, oriunda de San Miguel de Tucumán, Argentina, fue objeto este lunes en Panamá de un homenaje póstumo, que a la par sirvió para resaltar los valores fundamentales que deben ser el pilar de toda sociedad y que están en franco deterioro estos días.
El vehículo para rendirle tributo a un año de su fallecimiento a la cantautora, conocida como "La negra Sosa", quien regaló a manos llenas cariño y se convirtió en la abogada de los marginados, para los que clamó justicia con su lírica fue precisamente la música, la música como la suya, con contenido social; la música de otros cantantes y escritores que como ella y como Patricia Vlieg creen en que hay que derribar fronteras, tender puentes, abrir la mente y corazón para dejar entrar a los demás.
En un Teatro Nacional casi lleno, donde la audiencia disfrutó cada minuto, Patricia Elena no sólo cantó, también rememoró pasajes de la vida y obra de "La voz de América" que cautivó a gente de todos los puntos cardinales.
En el emotivo concierto, a beneficio de Radio María, se escucharon temas como "Si se calla el cantor", "Para cantar he nacido", "Soy pan, soy paz, soy más", "Piedra y camino", "Duerme negrito", "La maza", "María va", "Como pájaro en el aire", "Corazón al sur", "Serenata para la tierra de uno", "La arenosa" "Yo vengo a ofrecer mi corazón", "Razón de vivir", "Todo cambia", "Como la cigarra", "Sólo le pido a Dios" y "Gracias a la vida".