El próximo 22 de octubre los panameños definiremos en una consulta popular si se lleva a cabo la Ampliación del Canal o como le han llamado algunos sectores a este evento ciudadano "¿Qué queremos para Panamá?". Esta decisión tendría como importantes protagonistas a los jóvenes que representan un 55.2 por ciento de los 2 millones 132 mil 842 ciudadanos con derecho al sufragio y cuyos planes y esperanzas al parecer están lejos de quienes hacen opinión pública.
La divulgación del proyecto de Ampliación ha dejado muchas cosas positivas, ya que por primera vez el país entero irá a las urnas con la plena conciencia de que el Canal es nuestro.
Además se ha tomado conciencia de la complejidad de los procesos inherentes a esta estructura que no es tan solo el negocio de una franja por donde cruzan embarcaciones, si no también un punto de convergencia de diversas actividades de creciente importancia como lo son las derivadas de la industria naviera.
En este proceso de divulgación hemos podido conocer que el 80 por ciento de la producción se ubica en los mercados de la capital del país y regiones periféricas como Colón, La Chorrera y el propio Canal.
Inclusive, existe un Conglomerado y un Sistema Económico derivado de las Operaciones del Canal donde pueden incluirse la Zona Libre de Colón, las infraestructuras portuarias, el turismo de cruceros, cables submarinos, transporte intermodal y la Marina Mercante, entre los más destacados.
Es decir, que del Canal se obtiene el mayor porcentaje de los recursos destinados a la inversión social del país y esto se materializa en los centros de atención hospitalaria, el nombramiento y capacitación de médicos, así como en educación, trabajo, vivienda y carreteras.
Este efecto multiplicador del Canal tiene influencia en más de 50 actividades generadoras de empleo y de producción, que aumentaría con la ampliación de la vía que permita el tránsito de las nuevas embarcaciones de manera constante a partir de la terminación de la obra de ensanche.
Sobre la decisión de "qué queremos para Panamá", líderes y empresarios mundiales de ideologías opuestas han expresado su voz de aliento y se han permitido transmitir algunas orientaciones para que el pueblo panameño logre decidirse a favor de la obra, que colocaría a Panamá en un nuevo ámbito tecnológico.
Para quienes ya no nos encontramos en el rango de la juventud, pero que de alguna manera nuestras vidas giraron en torno a la Soberanía del Canal y del territorio adyacente, la ampliación de la Vía Interoceánica representa la materialización de un sueño de numerosas generaciones de panameños, cumplido parcialmente con la reversión y completado con la capacidad de decidir sobre el destino de este bien nacional.