Esperaban con ansias su salida de la cárcel, pero no para darle la bienvenida, sino para arrancarle la vida.
El odio, el rencor y las viejas rencillas se apoderaron de la mente de sujetos desconocidos que empuñaron el arma contra Javier González Carrasco, de 34 años, a quien le metieron tres balazos en la espalda, los cuales bastaron para que a las pocas horas muriera.
En la comunidad El Brillante, en Tocumen, la oscuridad mezclada con el sereno de la madrugada de ayer, domingo, fue el momento preciso que usaron los criminales para herir a González, quien no vio el sol del nuevo día. Su último suspiro lo dio a las 5:45 de la madrugada de ayer, en medio del frío característico del Hospital Santo Tomás.
En tanto, los moradores de El Brillante aplicaron el "Código del Silencio": nadie sabe nada. Sólo escucharon ¡pa, pa, pa!, y cuando se asomaron lo único que vieron fue el cuerpo de González tirado en el pavimento.
Al cierre de esta redacción, las autoridades no habían dado con los homicidas.
González había salido de la cárcel el viernes pasado cuando fue beneficiado con la libertad condicional que otorgó el gobierno a más de 800 presos.