Supuestos sicarios del crimen organizado asesinaron a cinco policías e hirieron a otros tres en el estado de Jalisco, en el oeste de México, en una emboscada en la que usaron granadas y rifles de asalto, informaron ayer fuentes oficiales.
El secretario de seguridad pública estatal, Luis Carlos Nájera, relató que el ataque ocurrió anoche, cuando los ocho agentes registraban un vehículo en el que viajaban dos sujetos sospechosos, en una gasolinera próxima al municipio de Lagos de Moreno, a unos 180 kilómetros al norte de Guadalajara, capital de Jalisco.
Según el funcionario, en la emboscada participaron una treintena de presuntos asesinos a sueldo en seis camionetas, algunas de ellas al parecer blindadas, que lanzaron seis granadas de mano y realizaron nueve disparos con lanzagranadas, así como 800 tiros con rifles de asalto y armas de otros calibres.
Tras el ataque escaparon los dos sospechosos, que las autoridades presumen son integrantes del Cártel del Golfo o de su hasta ahora brazo armado, "Los Zetas", una organización formada por ex miembros de unidades de elite de las Fuerzas Armadas.
En menos de dos meses, ocho agentes policiales de ese estado han sido asesinados a balazos por sicarios, supuestamente de esa misma organización.