Para el filósofo y pensador chino, Confucio pensar sin aprender es peligroso. Esta sentencia filosófica se aplica a todos los aspectos de la vida, inclusive a la diplomacia, la política y la relaciones entre las personas.
En Taiwan y en la mayoría de las comunidades chinas en el exterior se celebra hoy una fecha de especial importancia, "el doble diez", el día nacional de la república de China en Taiwan.
Taiwan, conocida también como Formosa o China Nacionalista funciona desde 1949 en una isla, que está separada de China Popular por un estrecho de tan sólo 180 kilómetros.
Desde que el Partido Comunista Chino se tomó el poder en el continente Chino, los nacionalistas formaron un gobierno en la Iilha Formosa o Isla Hermosa como la bautizaron los portugueses.
Taiwan es hoy una nación democrática con 23 millones de habitantes, una sólida economía con reservas por 200.000 millones de dólares e inclusive inversiones en la propia China Popular por unos 80.000 millones de dólares.
El Doble Diez es un homenaje a los revolucionarios y nacionalistas chinos dirigidos por el primer presidente democrático de China, el Dr. Sun Yat-sen, quien dirigió en 10 intentos para derrocar a la dinastía Ming, la clase monárquica Manchú que gobernó la nación asiática entre 1644 y 1911.
Taiwan enfrenta hoy los desafíos de la presión política y diplomática de China Popular, que insiste en reclamar a la nación asiática como una provincia y se niega a reconocer las diferencias.
El Doble Diez es un símbolo de la democracia y los valores que ella representa, los cuales están ausentes en el sistema político instaurado por el Partido Comunista Chino .
Pekín ha logrado en los últimos diez años organizar un movimiento en Panamá para que se rompan las relaciones diplomáticas con Taipei. Alegan que China es una potencia económica, lo cual es indudable, como razón para perjudicar a un país democrático como Taiwan.
Panamá tiene que continuar con firmeza en su posición sobre las dos chinas: es un asunto interno que deben resolver los chinos a través del diálogo y las prácticas democráticas.
Si China quiere vínculos diplomáticos formales, es su obligación renunciar a sus pretensiones imperialistas sobre Taiwan y a su necedad de querer imponer su agenda diplomática a otros países.
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