Cientos de familias mexicanas de los estados de Veracruz y Tabasco sobreviven desde hace varios días en los techos de sus casas inundadas por el agua, a consecuencia de las fuertes lluvias de septiembre, y ven con angustia los pronósticos de más precipitaciones.
Al temor de que caiga más agua se suma el miedo de que las pocas pertenencias que han salvado sean robadas, pese a que en varias zonas afectadas han sido destacados militares y policías.
Una cuarta parte de la ciudad de Minatitlán, Veracruz, en el este de México, lleva siete días bajo el agua.
Cientos de habitantes del segundo centro urbano y petrolero del sur del estado Veracruz han trepado a los techos de sus viviendas y desde las azoteas tratan de sortear la inundación.
Otros optaron por refugiarse en los albergues habilitados por las fuerzas armadas, aunque diariamente regresan a sus hogares en lanchas para vigilar que sus pertenencias no sean hurtadas.
El corazón de esta ciudad, donde se asienta la primera refinería de Latinoamérica, se encuentra cuatro metros bajo el agua y el Servicio Meteorológico pronostica lluvias para los siguientes días.
Varios automóviles han quedado en el fondo de las aguas y el único medio de transporte son las lanchas de los pescadores de la zona.
Son 40 calles inundadas desde hace siete días, cuando el río Coatzacoalcos sobrepasó las barreras de protección construidas diez años atrás para proteger a la población de inundaciones.
"La situación está crítica", afirmó Juan, un pescador convertido en estos días en taxista acuático, quien guía su lancha sobre las aguas con varios pasajeros abordo en busca de familiares que están en la planta alta de sus viviendas.
DESBORDAMIENTOS: 43 RIOS
Las intensas lluvias que azotaron el Golfo de México en los últimos diez días desbordaron 43 ríos, entre ellos el Coatzacoalcos.