La crisis económica que sufre Estados Unidos ha puesto a tambalear a los mercados financieros del mundo. Tras la decisión de la Cámara de Representantes, de rechazar el lunes el plan de rescate por 700 mil millones propuesto por el mandatario George Bush, se generó una debacle económica en el mundo.
Prácticamente los mercados monetarios mundiales se paralizaron y la tasa interbancaria subió a niveles récord, lo que indicaba que los bancos no estaban prestándose unos a otros.
Es probable que se hagan los ajustes en el proyecto presentado por la Casa Blanca y se supere la situación, que ha sido generada básicamente por la codicia de los especuladores financieros.
La propuesta de Bush consiste básicamente en que el Tesoro estadounidense compre activos malos relacionados con hipotecas que están en manos de bancos. El sistema está en crisis y la Casa Blanca busca evitar una recesión que a la vez puede arrastrar al resto del mundo.
Lo sucedido reclama que Washington y el resto de las naciones del mundo impongan controles efectivos sobre las actividades financieras y que el sector privado entienda que la especulación y las ganancias tienen un límite, de lo contrario todos nos vamos por un tubo.
De salida surge la pregunta qué están haciendo los tecnócratas del gobierno y de la empresa privada panameña para buscar ajustes, controles y medidas para que esa grave crisis que hoy sacude a la mayor potencia del mundo, no nos arrastre. Hay que adoptar acciones ya y no esperar que venga en rebote, para tratar de salir como los bomberos a apagar un fuego, que ya se veía venir. De igual modo hay que informar al país si algunos de los fondos públicos permanecen en bancos que han sido afectados por la crisis norteamericano. Hay que andar con la verdad.