Doña Clara Ester Samaniego siempre tuvo la convicción de que su hijo Roberto Durán saldría por la puerta ancha en cada uno de sus combates.
Para ella, todos los rivales eran fáciles de vencer. Sin embargo, hubo un rival que le impresionó: el norteamericano Iran Barkley.
"Cuando yo vi a ese moreno grandote, empecé a rezar por mi hijo. Luego me metí al cuarto y después escuché a la gente gritar cuando Roberto ganó", recordó la señora Clara.
Durán venció a Brakley por decisión dividida luego de 12 asaltos en febrero de 1989.