CUARTILLAS
Bases
Milcíades A. Ortiz Jr.
El miembro del partido gobernante
infló su pecho y dijo como si fuera la verdad más grande del
mundo:
"Esa persona (me reservo el nombre del pre-candidato, para no herir
susceptibilidades) no tiene ningún "chance" de ganar las
primarias del PRD; no cuenta con el apoyo de las "bases"..."
Entonces yo le comenté sobre otro de los numerosos pre candidatos
a presidentes por el PRD, que han surgido como "verdolaga" luego
de la derrota de la reelección del Toro. También repitió
el mismo argumento.
"Es que quien no tenga el respaldo de "las bases", no
irá a ningún lado y ese candidato es muy intelectual".
Momentos más tarde, el mismo personaje me comentó que pensaba
reelegirse en un cargo de elección que desempeña. Con alguna
malicia le comenté medio en burla:
"Ten cuidado, que te pasa lo mismo que al Toro y no te reeliges"
Se sonrió satisfecho de sí mismo y comentó: "No,
yo no tengo problemas, porque he hecho labor con las "bases" de
mi organización.
No seguí la conversación, pero me quedó en la mente
la bendita palabrita que ha tomado moda desde el referéndum del treinta
de agosto: "Las bases" (de un partido, una asociación,
agrupación, etc.)
Escuchando a dirigentes de oposición hablar sobre el tema de las
postulaciones a dirigir la nómina, volvió a aparecer la palabreja
famosa: "las bases". Uno de los líderes sostiene que merece
"la cabeza" de la nómina, porque cuenta con el respaldo
de "las bases" de su partido y los otros no.
Antes del referéndum la palabra "las bases" estaba es
desuso, porque se suponía que en el PRD lo que mandaba era la "cúpula"
dirigente; lo que en los años sesenta se conocía en la política
panameña como la "rosca" de gobierno.
Vino el contundente resultado contra la reelección. Los genios
políticos panameños se dieron cuenta que las "bases"
pueden votar a su manera, ya que dejaron de ser manipulados por intereses
económicos, políticos, o miedo al mandamás que dirige
el país en ese momento.
Esto no debe extrañar, porque es lo que ocurre con frecuencia
en los llamados gobiernos Democráticos, de gente pensante, que no
quiere ser marioneta ni títere de nadie.
Pero es lógico que la gente que estuvo gobernando Panamá
durante la dictadura, no supieran de esta realidad. Ellos pensaban que todavía
se podía manejar a "las bases" como si fueran corderos,
o gente sin cerebro para pensar.
Respecto a las ahora famosas "bases", hay que indicar que los
tradicionales partidos electorales, (esos que solamente funcionan para las
elecciones), nunca le han dado importancia a ellos, a pesar de que son la
mayoría. Esto es así, porque los dirigentes piensan que esas
"bases" están formadas por gente con bajo nivel educativo,
y en consecuencia, se les puede manipular el pensamiento fácilmente.
Lo que no comprenden es que en Panamá, por ejemplo, existe en
esta época democrática una efectiva y amplia comunicación
masiva. Esto trae como consecuencia que haya debates públicos en
los medios de comunicación, sobre las diferentes realidades del país.
Ya no se puede ocultar la verdad, como ocurría con la dictadura militar.
El pueblo, "las bases" de todo partido, están enteradas
de lo que ocurre en la dirigencia, ( en la rosca, la "cúpula",
los CEN), y se siente con el derecho de no estar de acuerdo y pensar por
ellos mismos, por sus propios intereses.
Esta realidad le costó la vida política del actual presidente,
el pensó que visitando con fines propagandístico al pueblo
("las bases" de su partido), era suficiente para que le dieran
el visto bueno a su ansiedad de seguir disfrutando de la "papa"
presidencial.
Bueno, estamos en la época del reconocimiento de la importancia
de "las bases". Esto se ve con el surgimiento de pre-candidatos
populares, quienes sin vergüenza alguna muestran su derecho a aspirar
a dirigir a Panamá.
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