Viernes 25 de sept. de 1998

 








 

 

EDITORIAL
Aún tenemos Patria

De nada han valido los acuerdos del llamado Pacto Etico Electoral, si hay indicios que se quiere desencadenar la violencia en la proximidad de la contienda electoral.

Proporciones guardadas, nos estamos aproximando a los motivos que provocaron el golpe de Estado de 1968 que derrumbó la constitucionalidad por 21 años e instauró una dictadura militar.

Parece que los panameños no tenemos memoria y hemos olvidado cuando en este país se vivía con miedo y la disidencia se castigaba con exilio, carcelazos y hasta homicidio. Cuando cayó la tiranía castrense nos hicimos un juramento de Nunca Jamás, pero no hemos rectificado nuestra conducta y acciones para que los aciagos sucesos de 1968 a 1989 no se vuelvan a repetir.

Los panameños debemos ser cautelosos frente a los retos del milenio, ya que cualquier cosa puede pasar en la alborada del siglo 21. Y esa expectativa es que se pueda postergar la entrega del Canal si ocurren disturbios orquestados por malos políticos que quieran desestabilizar.

Cualquier signo de debilidad política puede ser interpretado como falta de capacidad para autogobernarnos, por lo que las decisiones unilaterales no se harán esperar. No hay que olvidar que los norteamericanos cuando quieren intervenir en otro país arguyen que es para proteger la vida de sus connacionales, por lo que no hay que brindarles ningún pretexto para propiciar las intervenciones armadas y diplomáticas.

Los panameños debemos observar los acontecimientos políticos con mesura. Ser más tolerantes y comedidos. Si dejamos que se desborden las pasiones contenidas, estamos poniendo en peligro la soberanía de la Patria.

La posición geográfica de Panamá y el Canal todavía es muy apetecida. Debemos ser conscientes de ello y concientizarnos de que tenemos que luchar por los mejores intereses de la nación panameña. Debemos dejar de un lado la soberbia y evitar las luchas intestinas porque nos están alentando a ello. Hay una conspiración encubierta para dividir al pueblo panameño, por lo que debemos actuar con madurez.

Creemos que el panameño no le va a hacer el juego a los que maniobran en las sombras y actúan con un criterio antipatriótico. Por eso, debemos ser cuidadosos con la penetración de esquemas foráneos que tratan de destruir nuestra identidad nacional. La política es lo más vulnerable para estos propósitos. Panamá es primero y ello debe ser una consigna y una meta. Aún tenemos Patria y hay que conservarla a toda costa.

 

 


 

AYER GRAFICO
Francisco Arias Paredes: el caballero de la política y ejemplo de hidalguía.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, soy egoísta y envidioso


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