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El dueño del auto fue a un taller autorizado para que le dieran el revisado. Horas antes había pensado: "¿Tendrá mala la dirección y por lo tanto habrá que alinearles las llantas, lo que es un gasto extra?". Claro que muchos autos en Panamá tienen mala la dirección. La culpa hay que echársela a los huecos en las calles. (Si Ud. ha viajado por la Interamericana, entre Veraguas y Chiriquí, se habrá dado gusto dañando su vehículo con los huecos de la carretera). "¿Y si las luces no están bien?", volvió a preguntarse el dueño del auto. Pensé en lo que le cobrarían por ajustarle los faroles. Y así, resignado, nuestro hombre fue al taller, pensando en los gastos extras que tendría, para poder pasar el revisado... ¡Pero Panamá es un país bellaco!.
"¡No le revisaron nada al auto! Ni siquiera el mecánico lo vio de lejos. Dentro de la oficina del dueño, mediante una computadora, se realizó el milagro del "revisado express". Sólo tuvo que pagar veinte balboas. ¿Fue correcta esta acción? Creo que no. Pero nuestro personaje (que es real, dicho sea de paso), prefiere quedarse callado. Después de todo, piensa que hizo economía de algunos balboas. ¡Con razón andan tantas "cacharpas" por allí muy campantes! (¿Y el Tránsito? ¡Más perdido que el hijo de Linbergh!).
Otra "panameñada" es lo ocurrido en la Universidad Autónoma de Chiriquí. La comunidad chiricana luchó por tener su propia universidad durante años. Yo mismo publiqué artículos a favor de esto. Pero nunca pensé que a pocos años de estar funcionando, ocurrirían acciones negativas como las que denunció el señor contralor.
Pero... y aquí viene la "panameñada": hasta ahora la gente que hizo las cosas mal, siguen tan campante como si nada hubiera ocurrido. Si una universidad no da el ejemplo de rectitud administrativa y económica, ¿qué puede esperarse del resto de las instituciones?.
Hay que agregar a estas "gracias" curiosas del panameño, el indulto "chueco" que dio nada menos que la Presidenta a un condenado por narcotráfico. Mal, muy mal deben andar las cosas por las alturas administrativas panameñas, cuando meten documentos incorrectos para conseguir la libertad de un sujeto condenado de tan feo delito. "A cualquiera se le muere un tío", me dijo riéndose el bellaco Cholito Mesero de Santa Ana. Se burlaba con este popular dicho de lo ocurrido.
Pero la pregunta es: ¿Cuántos otros "goles" le han metido a la Presidenta en sus dos años de gobierno? Claro que ella, la pobre, no tiene la culpa, pues como jefa firma lo que cree es correcto. Los que fallaron fueron los subalternos, que no revisaron la documentación para ver si era cierta y correcta.Pero, espero que alguien pague por el "papelón" que le hicieron ejercer a la Mandataria. Esto no fue justo.
(A propósito: dejen el cuento que están poniendo libres a extranjeros delincuentes por eliminar el "hacinamiento en las cárceles". Quien cometa un delito en Panamá debe pagar su pena, no importa si es de aquí o de otro país... y punto!). |
