A los personajes que han dado su aporte a la patria se les debe engrandecer en vida y no cuando hayan partido.
Lucía "Chía" Ureña, tal vez la última de las cantalantes de la cumbia chorrerana, con una trayectoria de 25 años, atraviesa por momentos difíciles y necesita del apoyo del pueblo chorrerano y de todos los que han disfrutado de su voz al lado del legendario "Ñato Califa".
Chia, está programada para operarse el 4 de octubre y así salvar la visión, que a duras penas mantiene, por uno de sus ojos, pues dice que todo lo que ve está en medio de una gran humareda, pero no cuenta con los medios.
La eterna risa y las ocurrencias que la caracterizaban, parecen haberse distanciado de esta talentosa mujer, que ahora sólo piensa en evitar quedar sumergida en las tinieblas.
Para poder operarse debe practicarse un electrocardiograma y pagar la operación, que le cuesta más de B/.200.00, "pero no tengo de dónde", dice con voz apagada, Chía Ureña.
Cantar, planchar polleras, elaborar tembleques y preparar sus ricos bollos preñaos, es su modo de sustento, pero con la pérdida de la visión, ya casi nada de esto puede hacer.
Ella desea que las autoridades municipales, le permitan hacer una cumbia el día 30 de septiembre en los predios del Banco Nacional, pues está segura que allí se puede salvar y obtener los fondos para su operación.
Ojalá que la petición de Chía, tenga pronta respuesta de las autoridades y que el público, sus amigos, seguidores y los artistas de este ámbito musical, se solidaricen con esta gran exponente de la Cumbia Chorrerana.
CARENCIAS: UNA PETICION
Ahora solo sobrevive con los B/.25.00 que se gana cantando cumbia junto a "Ñato Califa" cuando hay cumbias;
Chía sólo quiere pedir a quienes le siguen, su apoyo, pues no cuenta sino con la gente que sabe cuánto esfuerzo ha hecho por salir adelante.