Decenas de miles de residentes de Nueva Orleans (sur de EEUU) se preparaban este miércoles para el impacto del huracán Iván en la ciudad, susceptible a serias inundaciones, escapando de la ciudad por autopistas que los conducen en una sola dirección: lejos.
"La gente aún está evacuando. Las carreteras aún están bastante taponadas", dijo a la AFP el portavoz de la Oficina de Seguridad Interior y Preparativos de Emergencia de Luisiana, teniente coronel Pete Schneider.
Explicó que algunas parroquias (condados) tenían vigentes órdenes de evacuación obligatoria, pero que Nueva Orleans, con alrededor de millón y medio de habitantes, sólo recomendó las evacuaciones.
Esta ciudad es particularmente susceptible a inundaciones pues está a tres metros bajo el nivel del mar. Las autoridades locales recordaron que el huracán Betsy mató a 100 personas y dejó a la ciudad dos metros bajo agua en 1965.
Aunque los pronósticos actualmente colocan a Iván entrando a tierra al este de Luisiana, la mayoría de los residentes trataban de escapar de la ciudad por si acaso. Como consecuencia, las carreteras y autopistas estaban sumamente congestionadas.
Medios locales dijeron que tal éxodo no se registraba desde la amenaza del huracán Georges en 1998.
ván está a 278 km al sur de Mobile (Alabama) y se desplazaba hacia el norte, con vientos de 233 kmh que se extienden a 168 km.
En estado de emergencia se encuentran, además, los estados de Alabama, Mississippi y el noroeste de Florida.
Un huracán como Iván podría causar 50,000 ahogados.