Un grupo de ciudadanos de la tercera edad recibieron un reconocimiento público durante las celebraciones del Día del Abuelo Cristobalino, que se llevó a cabo en días pasados en las instalaciones del Instituto Episcopal San Cristóbal, ubicado en Parque Lefevre.
El grupo de liderazgo juvenil, los educadores y representantes cívicos agasajaron a sus invitados en medio de una gran fiesta, donde se honró la figura de los adultos mayores en recompensa a los aportes que éstos hicieron a la sociedad panameña durante su juventud.
Otro de los sectores de esta comunidad cristobalina, que también se involucró en este acto, fueron los padres de familia, quienes apoyaron todas las actividades programadas por los jóvenes organizadores y las autoridades del colegio.
CONFRATERNIDAD
La educadora Soraya Almengor de Cáceres, directora de Programas Especiales, estuvo a cargo de organizar las sorpresas, entretenimientos, juegos dinámicos, de la distribución de los numerosos regalos, y finalmente, un brindis de confraternidad entre todos los asistentes.
Durante la reunión hubo una presentación de grupos corales, recital poético y desfile de grupos folklóricos, quienes deleitaron con cantos y danzas a los asistentes, llenando de alegría a los adultos mayores que se sintieron queridos por sus familiares y amigos participantes en la festividad.
Estas celebraciones tradicionales se realizan todos los años en esta fecha, como parte de las actividades sociales de los alumnos de grados superiores, que de este modo, han encontrado una forma de honrar a sus mayores.
Pero los verdaderos gestores comprometidos directamente con esta iniciativa cívica, fueron los alumnos del 4to año, quienes no escatimaron esfuerzos para brindar un poco de alegría a las personas de la tercera edad.
TRABAJANDO 41 AñOS
La secretaria administrativa, Mónica Tuñón, anotó que este centro académico panameño tiene una población escolar de 1, 900 estudiantes, de los cuales 700 son del nivel secundario.
Este centro escolar cumplió recientemente 41 años, difundiendo valores morales, principios cívicos y las enseñanzas de sus fundadores; así como de trabajar a favor de la comunidad de Parque Lefevre, donde se estableció originalmente en 1965.
Cuando este colegio empezó a funcionar en aquella época, todavía la ciudad no tenía el perfil urbanístico que tiene ahora, las aulas de clases eran pequeñas y funcionó por muchos años en la casa cural de la Iglesia Episcopal, que siempre estuvo comprometida con el futuro de las nuevas generaciones.
|