Es evidente que la sobreestimación de las propias capacidades, la competitividad o el intentar mantener un tono físico similar al de otras épocas pasadas puede producir serios peligros que deben ser tomados en cuenta.
El médico es el más adecuado -en primer lugar- para evaluar a través del historial médico de la persona y de una exploración física minuciosa, la capacidad para realizar ejercicio físico.
Hay que tener presente que, en general, siempre existe alguna actividad física o deportiva recomendable para las personas de edad, cualquiera que sea el estado de salud de la misma; por ello es muy importante la adecuada determinación de la capacidad física que se tenga, para poder establecer así correctamente, el tipo e intensidad del ejercicio a realizar.