Rossemy Jackeline Quintero de Chávez, de 25 años, era una mujer casada y con una niña de dos años. Residía con su familia en el distrito de Arraiján.
Después de dejar a su hija Yenibeth Chávez en el parvulario, la hoy occisa se iba a dirigir a su lugar de trabajo: el Restaurante 1985, ubicado en El Cangrejo, sitio donde laboraba como secretaria desde hacía 7 años.
Sus compañeros de trabajo, al enterarse de la tragedia, quedaron petrificados. Sencillamente no pueden creer cómo hacía unas horas compartieron con ella, y cómo ahora ya no.