Los llamados "diablos rojos" en nuestro país siguen dando de qué hablar. En esta ocasión son las personas que transitan y laboran a diario por la vía Porras, corregimiento de San Francisco.
Según la señora Mirta de Alvarado, desde que son las 4: 00 p.m. los conductores de los "diablos rojos" pasan por esta vía haciendo escándalos con sus troneras y es muy molestoso para las personas que residen en el lugar y para los transeúntes.
Recalcó que hay muchas personas mayores que van solas a recibir atención médica a la policlínica Dr. Carlos N. Brin y estos ruidos les afectan la audición, los ponen nerviosos y pueden causarles un accidente.
A su vez, personal que labora en la Policlínica Dr. Carlos N. Brin, dijo que por más letreros que coloquen e indiquen bajar la velocidad, área de silencio, los conductores hacen caso omiso.
Destacó que el deber de los transportistas es respetar a las personas que asisten a recibir atención médica y estas troneras lo que hacen es causarles alteraciones y estrés.
El alto volumen de los equipos de sonido, el exceso de velocidad, la gran cantidad de pasajeros que transportan, el mal trato a los usuarios y la gran cantidad de autobuses con desperfectos mecánicos, son otras críticas de los usuarios del transporte.
Referente a lo anterior, Marcos González, dirigente del sector transporte , indicó que la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre debe presionar y colocar a sus inspectores en las vías para corregir a los conductores.
HABLAN LAS AUTORIDADES
Una fuente de la Autoridad Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre, que pidió la reserva de su nombre, manifestó que los ciudadanos que se han visto afectados deben anotar el número de la placa y denunciarlos al teléfono 290-0527.
Referente a los desperfectos mecánicos, sostuvo que el deber de la ATTT es llamar al dueño del bus y al conductor e investigar quién le dio el revisado a ese "diablo rojo" que se encuentra en malas condiciones en la calle.
¿QUE CAUSA LA PERDIDA DE LA AUDICION?
La pérdida de la audición puede tener distintas causas:
Haber estado expuesto a ruidos de mucho volumen durante un período de tiempo largo.
El proceso de envejecimiento.
Infecciones virales o bacterianas.
La acumulación de cera en los oídos.
Problemas del corazón o derrames cerebrales.
Lesiones en la cabeza, tumores, ciertas medicinas y herencia.