La vida de los guardias de seguridad corre peligro por el simple hecho de portar un arma de fuego.
Los delincuentes los tienden a balear para llevarse el arma de reglamento y hacer fechorías en cualquier parte del país.
Lamentablemente algunos han perdido la vida en el lugar del hecho o camino a un centro hospitalario.
Javier Enrique Pérez del Cid, de 18 años, resultó con un impacto de bala en la espalda la madrugada de ayer, jueves.
Fuentes policiales manifestaron que el joven, en compañía de otros sujetos, trataron de quitarle el arma de reglamento a un guardia de seguridad en Plaza Ágora, corregimiento de Pueblo Nuevo.
El guardia, al ver que su vida corría peligro, se defendió como pudo e impactó con el arma a Pérez del Cid.
Una ambulancia fue la que lo trasladó al Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás, donde los médicos procedieron a operarlo.
El martes, Carlos Lima, de 26 años, resultó herido con un arma de fuego también en la espalda al quedar en medio de un tiroteo que ocurrió en los predios del Sector 30 de Nuevo Veranillo, distrito de San Miguelito.
Ambos heridos se encuentran recuperándose de las lesiones.