El Senado resolvió ayer excluir al ex presidente Nicanor Duarte como senador activo convirtiéndose, por tanto, en forma automática en senador vitalicio con voz, pero sin derecho a voto ni salario.
Duarte, que el 15 de agosto entregó el poder a Fernando Lugo, no asistió al Senado.
En sesión transmitida por televisión, la cámara alta sesionó con 36 de sus 45 miembros mientras afuera miles de campesinos se manifestaban, precisamente, en favor del gobierno de Lugo y reclamando la marginación de Duarte presuntamente por haber violado la constitución al postularse a la senaduría siendo aún jefe de estado en enero pasado.
El presidente del Senado, Enrique González, dijo: "se pone a consideración la aprobación del acta de la reunión anterior (en la que un grupo mayoritario rechazó el juramento de Duarte). Levanten la mano. Está bien, hay mayoría", señaló.
En declaraciones al canal 4 de televisión, Duarte anticipó la madrugada del jueves que "reconozco que en este momento soy impopular pero denunciaré ante los organismos internacionales a los senadores que, con una mayoría coyuntural, desconocieron mi elección por más de 500.000 votos".
"Afirmo que existe un golpe de estado institucional ejecutado por el Poder Legislativo, con la complicidad del presidente Lugo", afirmó.
Lugo había pedido recientemente a Duarte "que se vaya a su casa".
González en conferencia de prensa aclaró que ''mi partido UNACE aclaró que aceptaba la decisión de la mayoría temporal al marginar a Duarte del cuerpo de legisladores activos pero aclarando que la Justicia Electoral y la Corte Suprema de Justicia lo habilitaron para competir por una banca en el senado. El tiempo nos dará la razón.