El seleccionador de fútbol de Estados Unidos, Bob Bradley, afirmó ayer que no hay más presión por jugar contra Cuba pese a los condicionantes políticos que marcan las relaciones entre ambos países, aunque señaló que el partido atraerá más atención que un partido normal.
"No creo que haya presión extra, pero entendemos el hecho de que este partido atraerá atención extra", dijo Bradley tras llegar hoy a La Habana a la cabeza del plantel que se enfrentará a Cuba el sábado en partido de la segunda jornada del Grupo A de las eliminatorias de CONCACAF para el Mundial de Sudáfrica 2010.