CUARTILLAS
Brindis

Milciades
A. Ortiz Jr.
Colaborador
El rincón de la mesa bochinchosa del viejo café de Santa Ana estaba arreglado como para celebrar un cumpleaños. Globos de colores morado y amarillo habían sido puestos por el "vivo" del Cholito Mesero, con motivo del inicio del gobierno de doña Mireya. Aunque notablemente molesto, el representante del PRD comenzó en son de burla: "espero que ese entusiasmo le dure a los arnulfistas más de once días, como ocurrió en el sesenta y ocho". De inmediato replicó el Político diciendo que "esta vez no habrá golpe de Estado contra un presidente arnulfista, porque no existe ese cáncer llamado militarismo..." Se rió el Universitario, y aclaró con su sonrisa: "Bueno, no existen las Fuerzas de Defensa, pero por allí deambulaban todavía ex militares dispuestos a hacer lo que sea, para que los uniformados vuelvan al poder". El Cholito Mesero quedó asustado con lo que oyó. No quería que volvieran los negros días de la dictadura militar, cuando la gente estaba sin plata y no le daba ni un real de propina. Intervino el Comerciante para decir que sugería que se hicieran brindis para el nuevo gobierno, y dejaran a un lado las tiraderas y comentarios sarcásticos. Tratando de que volviera la paz a la mesa bochinchosa el Desocupado levantó un vaso con chicha de nance y dijo: "Brindo porque doña Mireya le encuentre trabajo a miles de panameños, aunque tenga que pedirle consejos a Alberto Vallarino". Hubo algunas risitas, pero de inmediato intervino al Asimilado: "Yo, por mi parte, pienso inscribirme ahora en el glorioso partido Arnulfista para mantener mi trabajo. Brindo porque doña Mireya y sus asesores boten solamente a las botellas, garrafones y asesores, que no trabajaron en el gobierno PRD. Y por favor, dejen a los otros empleados públicos seguir en la papa". El Asimilado brindó con un vaso de resbaladera bien frío. El Cholito Mesero estaba tan entretenido escuchando, que dejó de atender a otros clientes del renovado viejo café de Santa Ana. Al tocarle el turno al Político, dijo que brindaba por "la armonía que debe darse entre gobierno y oposición. Por favor aprueben leyes para beneficio de los pobres y acaben el desempleo". Levantó un vaso con chicha de maracuyá. Sin que se la dieran, el Comerciante tomó la palabra y brindó porque los negocios de ahora en adelante se hicieran sin amiguismo ni influencias, como dicen sucedió con el PRD. El brindó con un vaso de chicha de maíz que ya estaba fermentándose. "Yo brindo porque los buenos empleados públicos cooperen con el esfuerzo del nuevo gobierno, por enderezar las cosas que dejó malas el presidente "chino", señaló muy valientemente el Funcionario Público. Elevó un vaso de plástico con chicha de grosella. "Lo único que deseo es que el gobierno de doña Mireya no sea saboteado por sinvergüenzas y chanchulleros. Que la gente trabaje pensando ayudar a los pobres y al país, y no al partido al cual pertenece", señaló el Universitario muy serio. Brindó con una chicha de jobo. El Ñángara brindó con limón y panela, porque la Presidenta "no persiga a los comunistas ni a nadie por sus ideas políticas". El Civilista dijo que brindaba con una chicha de anón, para que "doña Mireya no cometa los mismos errores del ex mandatario Endara, y no bote a sus aliados del gobierno, meses después de llegar al Palacio de las Garzas". Con chicha de chirimoya brindó el del PRD, quien sólo quería que su partido mantuviera una cómoda ventaja en la Asamblea. "Así seremos realmente quienes decidiremos las cosas importantes del país", aclaró sin ninguna vergüenza. Y el Cholito Mesero, mostrando un extraño vaso con chicha de cañafístula, brindó "porque los arnulfistas que ahora entran a la "papa" me dejen buenas propinas y no sean pilinques".
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