TEMAS DE ACTUALIDAD
Contrastes

Raymundo A. Moore W.
Crítica en Línea
Hay en Panamá un marcado contraste entre una parte de la población que es creyente, y aquella otra que todo lo ve con pesimismo y falta de fe. Gentes que, por una parte, son asiduos -y hasta conspicuos- asistentes a las misas dominicales, donde no faltan los ritos religiosos (genuflexiones, señales de la cruz, confesiones, evocación de paz, etc.) ; mientras que, la otra parte, son las mismas gentes que siguen muy de cerca las adivinaciones de Nostradamus de "Amaro" de "Lita", y de los tantos otros como ellos, en quienes creen encontrar lo que con Dios les hace falta. Pero déjenme decirles, amables lectores. ¡tamaño sacrilegio tiene su castigo! ya que esto es un contraste muy singular que pone en evidencia la real falta de fe que abruma a la gente de nuestro país, a quienes vemos retrocediendo en el tiempo y el espacio hacia aquellas épocas del dios Sol, dios Luna, ¡dios Beecerro! Paralelo a estas confusas y contrastes manifestaciones del creer o no creer, existe una realidad que no admite ningún tipo de confusión, ya que por los elementos que allí contrastan, cada uno se ubica justo en el lugar que le corresponde, fuera de toda duda. Por ello, se hace evidente que hay un sector de la población (el gubernamental en la figura del PRD), que no disimula -¡para qué! -su afán por continuar la guerra fría (sicológica) que los distinguió durante los pasados dos importantísimos eventos políticos realizados aquí, a saber: el referéndum, y las elecciones del 2 de mayo. Así, hoy los perredistas, todavía comandados por el Hombre-Toro, han levantado el puño y señalado que lo suyo ya es la guerra (¡declarada!) de la oposición (¿ ?) hacia el gobierno venidero de la señora Mireya Moscoso. Lo anterior contrasta, muy significativamente, con la posición de doña Mireya quien, como la describió recientemente una periodista de un diario local, la presidenta electa no desaprovecha ninguna oportunidad para abrir sus brazos al pueblo, en un gesto que se traduce, al parecer, de poner en evidencia el amor que ella siente por ese su pueblo, todo lo cual contrasta, repetimos, con el odio, el rencor, la soberbia y poco sentimiento de pertenencia como actualmente lo está exhibiendo el actual mandatario. Entonces, la pregunta del millón que se hace el autor de esta nota es: ¿Con quién cree usted, amable lector, que se identifica el pueblo en estos momentos, con una facción opositora que está "en pie de guerra" con el puño cerrado y levantado, ávidos por tener una confrontación de clases, o por el contrario el pueblo se pondrá del lado de la otra facción política, que lo que transmite es amor y paz para los amantes del amor y la paz a que aspiramos todos los panameños, aunque para conseguirlo y mantenerlo, tengamos que, en contraste, también levantar nuestro puño cerrado y no dejarnos amedrentar por aquellos que creen ser los amos y dueños de todos los panameños? ¡Au Revoir !
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