Las mató y luego se escondió entre la ropa del armario del apartamento del edificio "A Chon", cerca al Gimnasio Mano de Piedra Durán, y se pegó un tiro en el tórax, con mala puntería.
José Ángel Martínez, de 29 años, la mañana del martes cometió un doble homicidio: su ex concubina Erika Irene, y su ex suegra Clelia Leica de Francisco.
Cinco años duró la relación sentimental, y sólo un año vivieron juntos.
En septiembre del 2004 se separaron.
José Ángel Martínez las asesinó porque ella decidió dejarlo y entablar una nueva relación.
En reiteradas ocasiones él la había amenazado de muerte, explicó la corregidora de Juan Díaz, Aura De Lora.
Según la Corregidora, el miércoles 17 agosto, Erika y Clelia se presentaron a su despacho donde expusieron la mala relación que tenían con José Ángel
Erika cursaba el segundo año de Relaciones Publica en la Universidad de Panamá.
EL TESTIGO
Alcancé a ver cuando discutían y él le decía a la madre que no se metiera porque ese no era problema suyo.
Él trató de darle una trompada a Erika, pero la mamá se interpuso y la recibió en la teta izquierda y fue entonces cuando se puso más violento: las mató, contó un testigo.
UNA MUERTE ANUNCIADA
Erika había sido amenazada de muerte en reiteradas ocasiones y el 17 de agosto acudió a la Corregiduría de Juan Díaz y al Centro de Recepción de Denuncias del Ministerio Público a presentar una denuncia formal por los problemas de violencia intrafamiliar y de acoso al que era sometida por su ex marido.
En la denuncia presentada, la mujer afirmaba que el sujeto no la dejaba tranquila y que días antes de ir ante las autoridades, había sido retenida por su ex pareja. En esa ocasión el sujeto la obligó a ir en busca del hijo de ambos, de tres años, y se los llevó en contra de su voluntad hasta una casa en Chepo, donde los mantuvo privados de su libertad. Allí, la joven aseguraba haber sido objeto de maltratado físico y verbal por parte de su ex marido, quien un día después le dio dinero para que tomara un taxi y se fuera hasta su casa en Campo Lindbergh.
El acoso era continúo, y el pasado martes asesinó a Erika y a su madre Kleila Carrera, con una pistola 9 milímetros.
El 3 de febrero del 2005, José Angel efectuó diligencias para sacar un permiso de portar armas.
La pistola 9 milímetros que utilizó para el hecho está siendo analizada por los expertos en balística.
Mientras, el sujeto se mantiene con vida en el Hospital Santo Tomás.