Francisco Franco Bahamonde nació en el Ferrol, Galicia, hizo sus estudios militares en la academia de Infantería de Toledo, donde salió con el grado de teniente, recibió su bautismo de fuego el 14 de mayo de 1914 en Yadumen, Melilla, fue herido en combate en la llamada batalla de Ceuta.
A los 33 años obtuvo el grado de general, convirtiéndose en el general más joven de toda Europa, y pasó a ser el director de la Academia General Militar de Zaragoza, donde realizó una gran labor.
Cuando las tropas acantonadas en África, se sublevan contra el gobierno republicano, Franco es designado como líder del movimiento insurrecto y le otorgan el Título de Generalísimo de los Ejércitos, el 30 de enero de 1938 asumió la jefatura del Estado.
Finalizar la guerra civil española, con el triunfo de sus tropas, Franco se dedica con mucho ahínco a desarrollar un proceso institucionalizador interno y empezar la reconstrucción de una España desolada y empobrecida.
Uno de los mayores orgullos de Franco, fue el auge económico de España bajo su régimen, el país disfrutaba del período de paz interior y exterior más prolongado en dos siglos y de una prosperidad jamás vista.
Los opositores han causado a Franco, de ser un dictador severo, cabeza de un régimen opresor y sangriento, pero datos obtenidos y de mucha credibilidad, sostienen que los detenidos en el período franquista sólo llegaron a 15.200, casi todos presos comunes.
Los franquistas sostienen que cuando Franco en España existía una notable calidad de vida, el país estaba bastante mejor que el resto de Europa, inclusive la esperanza de vida llegó a superar a los demás países, salvo Suecia.
Por lo tanto su "calidad de vida" estaba por encima de la media Europa y así lo percibían, de forma más o menos los españoles.
Algunos críticos sostienen, con dudosa ingenuidad que todas las dictaduras son iguales. Nada más erróneo. Una muestra sería comprar el gobierno del Franco con el de Fidel Castro.
El castrismo descansa en un aparato policial por lo que las dificultades de Cuba para democratizarse serán enormes, mientras que la democratización en España llegó como una consecuencia natural, sin fricciones y riesgos.