Pekín no quiere que las costumbres disolutas de los consumidores de estupefacientes sean visibles durante los JJOO de 2008 y está ofreciendo a los gerentes de los locales de ocio programas de entrenamiento para combatir el consumo y el tráfico.
Según informó ayer la agencia Xinhua, 120 propietarios de locales de ocio asistieron a la primera de estas sesiones de trabajo y la capital china ha requerido el concurso de 1, 200 locales.