Dirigentes del partido gobernante, Cambio Democrático y altos funcionarios de la actual administración aseguraron el fin de semana que existe una "alianza" entre organizaciones sindicales, el opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD) y grupos de la sociedad civil, cuyo fin sería "desestabilizar" al gobierno.
Estos personeros están dando a entender que hoy por hoy, la actual administración está colocando el mismo rótulo de "enemigos políticos" a toda organización civil -fuera de los partidos opositores- que critiquen su gestión, ya sea por el golazo de la ley 30, la desproporcionada represión en Bocas del Toro, o cualquier otro error gubernamental de ahora en adelante.
En resumidas cuentas, para este gobierno parece ser que la crítica ciudadana independiente no existe, sino que cada grupo organizado que busca defender sus derechos gremiales o ciudadanos, forma parte de un "complot", o una "conspiración" en su contra.
En momentos en que el Presidente de la República y la mayoría de sus ministros se encuentran descendiendo en sus niveles de aceptación, realmente lo que menos les conviene ahora es plantear su relación con las fuerzas Viva, Crítica en Líneas del país en una coyuntura de "o estás con el gobierno, o estás contra el gobierno".
En vez de gastar miles de dólares en recompensas y campañas mediáticas, se deben reconstruir los puentes de diálogo con la sociedad que se ha derribado.