Como periodista responsable, debo admitir que me he equivocado en algunos artículos (columnas) publicados hace semanas.
En ellos señalaba el aumento de la inseguridad y los delitos en Panamá.
Ahora revisando unas noticias me entero que ¡eso no es cierto..!
Al contrario, nuestro país es uno de los más seguros de Latinoamérica, y sobresale por tener... ¡pocos crímenes!
Una consultora internacional llamada Mercer hizo una encuesta de "calidad de vida y seguridad personal", en 215 ciudades del mundo.
Aunque usted le cueste creerlo, Panamá es la tercera ciudad más segura de América Latina. Sólo la superan San Juan de Puerto Rico y Santo Domingo, República Dominicana.
La encuesta analizó aspectos como "el ambiente social, político y económico, la salud o el transporte".
En el mundo las ciudades más seguras según este estudio son Luxemburgo, Berna, Helsinki y Zurich.
Respecto a la calidad de vida, el informe indica que Panamá está en la quinta posición en América Latina. Debajo de San Juan, Montevideo, Buenos Aires y Santiago de Chile.
Todavía no me reponía de este informe, cuando apareció otro en los medios con el mismo rumbo.
Esta vez fue uno presentado por Enrique Iglesias, Secretario General Iberoamericano, en una reunión en España.
Allí se dijo que las estadísticas indican que en Panamá por cada cien mil habitantes hay "una tasa de homicidios de 11.3 casos".
El país latinoamericano con menos homicidios es Chile, y le siguen Uruguay y Argentina.
Se indicó que en términos generales, los países iberoamericanos tienen una tasa de homicidios de veintiséis casos por cada cien mil personas. En Europa eso es de nueve casos por esa misma cantidad de personas.
Imagino que son estos informes los que hacen saltar de alegría a los gobernantes del PRD.
Como periodista y profesional de la Sociología, tengo que aceptar que esos informes son ciertos. Pero...
Todos los días los panameños vemos en los medios de comunicación cómo los delitos aumentan en el país. Antes no habían "ejecuciones" horribles, ni robos a bancos, asaltos a buses y viviendas, etc. (Hubo 150 ejecuciones el año pasado...).
Tampoco se conocían los peculados y corrupción en instituciones del gobierno.
Como dicen en Las Medinas de El Valle de Antón, "loro viejo no da la pata". Por eso seguiré cuidándome aunque las cifras digan que "aquí no pasa nada grave"...