Cortesía: Óptica Sosa y Arango
Atrás quedaron los armazones de pasta de gran tamaño y los marcos gruesos de metal se volvieron más livianos, porque se empezaron a fabricar diseños de acetato y apareció el color.
Según Jackelin de Aranda, de Óptica Sosa y Arango, las personas se centran en variedad, color y tamaño.
Los aros con pasta, que se pueden encontrar desde B/69.00, más buscados corresponden al tono chocolate, sin dejar de lado los colores llamativos y súper "fashion".
Una tendencia que comenzó tímidamente en la década del 70, cuando algunos diseñadores de vanguardia incursionaron en la creación de lentes recetados, pero que solo 20 años más tarde alcanzaría a un público más masivo, ideales para todo el día y la noche, inclusive en la oficina.
Si bien el consumo de gafas fashion se da en personas que siguen la moda y que buscan modelo acordes con su vestimenta y estilo, son las mujeres las primeras en incorporar la tendencia. "En especial porque el color, las piedras y los detalles elaborados son elementos de diseño muy femeninos.
Eso sí, tomando en cuenta la forma y contextura muscular del rostro.
Cabe resaltar que estos aros de pasta son mucho más fuerte y resistentes, especialmente diseñado para las personas con una vida agitada.
Está más que claro que los anteojos no son un accesorio, sino mucho más que eso, pues se unen a la categoría de accesorio, como los zapatos, indispensables en la protección de nuestra salud visual.
Por otra parte, al ser un objeto que se lleva en la cara, tiene una impronta tan fuerte que, en el caso de personajes emblemáticos, los anteojos se convirtieron en icono tal cual lo señalas.
El rostro también tiene mucho que ver en el estilo de lente que escoges. Al rostro cuadrado le van bien los aros ovalados.
Para el rostro redondo son ideales las monturas cuadradas o curvas de ángulos suaves. Ahora, los de cara ovalada corren con mejor suerte, pues le van bien todas las formas, dependiendo de la contextura física.