El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo que el ataque que un grupo comando israelí ejecutó en el este de Líbano constituye una violación al cese el fuego que puso fin a cerca de cinco semanas de combates entre Israel y militantes de Hizbulá.
Annan se declaró "profundamente preocupado" por la agresión israelí y advirtió que cualquier violación a la resolución de la ONU pone en peligro la frágil tregua en Líbano y socava la autoridad del gobierno libanés.
El secretario general de la ONU urge en un comunicado a que "todas las partes respeten estrictamente el embargo de armas, eviten acciones provocativas y asuman su responsabilidad en la aplicación de la resolución 1701".
Se informó que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, defendió la ofensiva durante una conversación telefónica que sostuvo con Annan.
Según Israel, sus fuerzas intentaban detener una transferencia de armas desde Siria e Irán hacia Hizbulá.
El ataque fue lanzado sobre la aldea de Bodai, al oeste de la ciudad de Baalbek, a unos 100 kilómetros al norte de la frontera con Israel.
Corresponsales en Beirut indicaron que la principal preocupación de la ONU es que el incidente resalta la necesidad urgente de refuerzos para las fuerzas de paz a la vez que desalienta a posible contribuyentes de tropas, porque proyecta una imagen de inseguridad.
DESPLIEGUE
Cincuenta ingenieros militares franceses llegaron a territorio libanés a bordo de un buque que atracó el sábado en el pueblo de Naqoura.
Son parte de unas 200 tropas adicionales que prometió Francia, que liderizará la fuerza de estabilización en el sur del Líbano. La ONU busca desplegar 3, 500 tropas para finales de agosto, para aumentarlas luego a 15, 000.